Serán los niños y los jóvenes que van están todavía en el colegio, los principales embajadores y portadores del mensaje de la marca.
Siklas es más que una nueva manera de ir al colegio, es estar en contacto con los amigos, es compartir buenos momentos, es cuidar del medio ambiente, es tener un rato divertido antes de comenzar las clases. Nace de la unión de tres aspectos muy importantes para el público objetivo, su colegio, su lenguaje y sus objetos, es así como mezclamos las clases, las bicicletas y las afirmaciones para crear una nueva expresión verbal, que se termina por convertirse en el nombre de la marca.
Diseñamos una ciudad irreverente y atrevida que se convierte en el universo grafíco de la marca. En este universo la marca convive y se desarrolla, además de ser un eje principal que comunica los beneficios y valores del programa.
Apropiarnos de un símbolo tradicional de la cultura ciclística y traducirlo en un contenedor de marca fue uno de los grandes descubrimientos de la propuesta.