En 1984 en la ciudad de Manizales nace el primer restaurante de comidas rápidas, Friburguer. Como pioneros se enfocaron en productos sencillos como: Las hamburguesas, los perros y las Suizas. A medida que pasaba el tiempo la empresa empezó a crecer y a enfocarse en diferentes puntos de contacto, desde patrocinios, hasta eventos empresariales.

Lastimosamente varios factores empiezan a perjudicar el negocio, entre ellos un manejo de marca casi nulo. Tanto así que después de tener varios puntos de venta, toman la decisión de dejar solo uno.

En el año 2013 se hace una pequeña mejora de la identidad de marca pero esta no genera ningún cambio representativo, es por eso que se toma la decisión de apostar por un cambio integral de marca.

Manizales ha crecido y con ella muchos negocios que han ganado mercado y mucho reconocimiento de marca, tanto así que los diferenciales que antes pregonaba Friburguer ya no son relevantes ni atractivos para el público objetivo.

Reinventar toda la marca, crear una nueva forma de comunicación, más divertida, más alegre, descomplicada, pero a su vez ordenada. Una marca más cercana, pero sobre todo mas Manizaleña, que sea capaz de conectar con diferentes públicos. No solo aportar a los clientes que ya se tienen ganados, si no, atraer nuevos mercados.

La idea era cambiar todo pero sin que esto afectara el cariño que durante tanto tiempo ha cultivado el negocio. De este modo empezamos por reinventar los mismos elementos pero de una forma más moderna, cercana y agradable.

La tipografía del logo sigue siendo la misma, solo que esta vez en minúscula. Los dos panes como elemento clave de la identidad anterior se mantienen y se potencian en todo un sistema de narrativa de marca. Se creó ademas una nueva paleta cromática mas expresiva y más participativa, la cual ayuda a darle variedad y flexibilidad a la expresión de marca.